Reunión de vazanterios en la sede de la Asociación de Vazanteiros de Itacarambi - Minas Gerais, Brasil, 2015
por Sara Gehren
por Sara Gehren
Placa en el patio de la sede de la Asociación Vazanteiros de Itacarambi - Minas Gerais, Braisl, 2015.
por Sara Gehren
por Sara Gehren
Vazanteiros da Baixada Sanfranciscana
Los vazanteiros son un pueblo con una fuerte influencia indígena, quilombola y ribereña que históricamente viven en las orillas del río São Francisco, construyendo una relación intrincada con sus ciclos y dinámicas. Este profundo conocimiento influye en su cultura, sus costumbres, sus técnicas de cultivo. El río, más que un cuerpo de agua, es visto y entendido como una entidad, un hogar, un pariente.
São Francisco es uno de los ríos más importantes del país. Permite el transporte de recursos y personas, el riego para la agricultura y la ganadería, además de ser responsable de dos tercios del agua dulce disponible en el nordeste de Brasil. Con las políticas para avanzar el capital empresarial, también aumentan los impactos ambientales sufridos por Velho Chico. Como resultado, se ven afectados los modos de vida de las poblaciones vazanteiras.
Los estudios muestran que la ocupación humana del río São Francisco se remonta al menos a dos mil años, llegando a ocho mil años de historia. Con la llegada de los diversos pueblos y culturas de los cuales se constituye Brasil en la actualidad, esta ocupación se ha diversificado, pero sigue construyéndose sobre estos milenios de conocimiento acumulado. Dada esta diversidad, no es raro que la identidad de los vazanteiros coexista simultáneamente con otras, como es el caso de los residentes de Quilombo de Lapinha, que se identifican como quilombolas vazanteiros.
São Francisco es uno de los ríos más importantes del país. Permite el transporte de recursos y personas, el riego para la agricultura y la ganadería, además de ser responsable de dos tercios del agua dulce disponible en el nordeste de Brasil. Con las políticas para avanzar el capital empresarial, también aumentan los impactos ambientales sufridos por Velho Chico. Como resultado, se ven afectados los modos de vida de las poblaciones vazanteiras.
Los estudios muestran que la ocupación humana del río São Francisco se remonta al menos a dos mil años, llegando a ocho mil años de historia. Con la llegada de los diversos pueblos y culturas de los cuales se constituye Brasil en la actualidad, esta ocupación se ha diversificado, pero sigue construyéndose sobre estos milenios de conocimiento acumulado. Dada esta diversidad, no es raro que la identidad de los vazanteiros coexista simultáneamente con otras, como es el caso de los residentes de Quilombo de Lapinha, que se identifican como quilombolas vazanteiros.
Chica baila en el río São Francisco al atardecer.
por Sara Gehren I 2015
por Sara Gehren I 2015
Vazanteiro repara su red de pesca.
por Sara Gehren I 2015
por Sara Gehren I 2015
La historia de resistencia de los vazanteiros de Pau Preto se remonta, como es común en las comunidades tradicionales de Brasil, a fines de la década de 1940 y se intensificó durante la dictadura militar y su proyecto para el campo brasileño. El arrinconamiento de los vazanteiros causado por el avance del capital empresarial se enfrentó a fines de la década de 1970, cuando se cortaron los recursos del gobierno para el sector agrícola y las inundaciones de 1979, las peores en la historia de Minas Gerais. En el mismo período, los vazanteiros comenzaron a retomar su estilo de vida y el territorio que ocuparon durante más de 400 años, principalmente mediante el uso de la isla de Pau Preto. En 1998, comienza un nuevo ataque contra la gente de Pau Preto.
El gobierno de Minas Gerais, a través del Instituto Estatal de Silvicultura, crea el Parque Estatal Verde Grande, con la expropiación de un área de 25,000 hectáreas que abarca el territorio vazanteiro. Comienza una nueva lucha por permanecer en el territorio. La dificultad de negociar con IEF llega a un punto muerto con el reclamo de la identidad de las comunidades en la región.
A partir de 2007, aún bajo amenaza de desalojo, los vazanteiros de Pau Preto comienzan las negociaciones para la regularización de su territorio. Con ese fin, se organizan entre sí mismos y con otras comunidades en las orillas de São Francisco, a través de la representación Vazanteiros em Movimento, además de buscar asociaciones con entidades y organismos externos. Esta lucha avanza con la aprobación de la Política Estatal para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos y Comunidades Tradicionales de Minas Gerais (Política Estadual para o Desenvolvimento Sustentável dos Povos e Comunidades Tradicionais de Minas Gerais, en portugués) instituida por la Ley 21.147, de 2014, que en su artículo 3 describe:
“El objetivo general de la política a que se refiere esta Ley es promover el desarrollo integral de los
pueblos y comunidades tradicionales, con énfasis en el reconocimiento, fortalecimiento y garantía
de sus derechos territoriales, sociales, ambientales y económicos, respetando y valorando sus
identidad cultural, así como sus formas de organización, relaciones laborales e instituciones ”.
pueblos y comunidades tradicionales, con énfasis en el reconocimiento, fortalecimiento y garantía
de sus derechos territoriales, sociales, ambientales y económicos, respetando y valorando sus
identidad cultural, así como sus formas de organización, relaciones laborales e instituciones ”.
Desde entonces, se han hecho propuestas para reclasificar el Parque Estatal Verde Grande y redefinir sus límites, buscando vincular la protección del medio ambiente con el mantenimiento de las formas de vida de los vazanteiros y garantizar la permanencia de las comunidades allí presentes. Pero aún no se ha decidido oficialmente nada.
En julio de 2011, las familias vazanteiras retoman y simbólicamente demarcan el área conocida como Fazenda Catelda, donde viven hasta hoy. Fue el primer paso concreto hacia la regularización del territorio vazanteiro.
Descubra más sobre Vazanteiros y sus métodos de cultivo en este documental:
