Comunidade Geraizeira Água Boa II, Rio Pardo de Minas - MG, 2018
Dinda es una de las líderes de Quilombo de Lapinha. Hablamos con ella debajo de un árbol umbu, el mismo árbol bajo el cual nació, 34 años antes.
- Buenas tardes, mi nombre es Maria Aparecida, mejor conocida como Dinda, de Quilombo de Lapinha. Nací aquí, debajo de un árbol umbu. Vengo de un descendiente de esclavos. Mi abuelo era esclavo y ha sufrido mucho aquí en estas granjas. Incluso aquí, de donde nos expulsaron para ir a Ilha da Ressaca. Y cuando entendimos que realmente éramos descendientes de esclavos, recuperamos el territorio que era nuestro y estamos aquí en esta lucha en busca de un terreno.
Fue aquí donde sufrió mi abuelo. Murió teniendo el dolor de no saber que este territorio era nuestro, que estaba demarcado. Pero aquí estamos, soy su nieta. Mi abuelo se llama Domingo Carneiro, mi abuela se llamaba María Cândida. Y aquí estamos en esta lucha para defender este color nuestro, el color negro, un color que debe ser valorado, nuestra identidad de ser quilombola.
Dios sabe acerca de nuestra lucha, por qué defendemos este territorio. Territorio del que ha salido mucha sangre, muchas peleas y por eso todavía estamos aquí luchando por este terreno. Hoy estoy aquí, tengo dos hijos y lo que sé, les enseño a mis dos hijos, que es luchar. Peleá por tus derechos. Peleá por tu derecho a ser quilombola. Ser quilombola es tener raza, es origen, es luchar por lo que es tuyo. Entonces, hemos estado aquí en Quilombo de Lapinha desde 2005, luchando por este terreno. Si muero hoy o mañana, quiero dejarlo en manos de mis amigos luchadores: ¡Luchad! Luchad por vuestros derechos. Ser quilombola es honrar lo que eres. Es tomar tu derecho. Es buscar, es defender su color, es defender el sufrimiento de su madre, de su padre, de sus abuelos, de sus hijos, de todos los que pasaron por aquí y sufrieron aquí. Entonces, hoy estoy aquí, en Quilombo de Lapinha, pero si Dios me llama, lo sé que hice algo bueno aquí. Es dejar mi historia contada y llevarla a otras comunidades que están en nuestra lucha.
Dios sabe acerca de nuestra lucha, por qué defendemos este territorio. Territorio del que ha salido mucha sangre, muchas peleas y por eso todavía estamos aquí luchando por este terreno. Hoy estoy aquí, tengo dos hijos y lo que sé, les enseño a mis dos hijos, que es luchar. Peleá por tus derechos. Peleá por tu derecho a ser quilombola. Ser quilombola es tener raza, es origen, es luchar por lo que es tuyo. Entonces, hemos estado aquí en Quilombo de Lapinha desde 2005, luchando por este terreno. Si muero hoy o mañana, quiero dejarlo en manos de mis amigos luchadores: ¡Luchad! Luchad por vuestros derechos. Ser quilombola es honrar lo que eres. Es tomar tu derecho. Es buscar, es defender su color, es defender el sufrimiento de su madre, de su padre, de sus abuelos, de sus hijos, de todos los que pasaron por aquí y sufrieron aquí. Entonces, hoy estoy aquí, en Quilombo de Lapinha, pero si Dios me llama, lo sé que hice algo bueno aquí. Es dejar mi historia contada y llevarla a otras comunidades que están en nuestra lucha.
Es decir: "Soy quilombola, estoy orgullosa de serlo y lo seré hasta que muera".
*Entrevista realizada por João Roberto Ripper, Josy Manhães y Laura Mineiro.
